Dos poemas de Federico

/ 03 noviembre 2025 /

 

EL SUEÑO VA SOBRE EL TIEMPO

El sueño va sobre el tiempo
flotando como un velero.
Nadie puede abrir semillas
en el corazón del sueño.

(¡Ay, cómo canta el alba, cómo canta!
¡Qué témpanos de hielo azul levanta!)

El tiempo va sobre el sueño
hundido hasta los cabellos.
Ayer y mañana comen
oscuras flores de duelo.

(¡Ay, cómo canta la noche, cómo canta!
¡Qué espesura de anémonas levanta!)

Sobre la misma columna,
abrazados sueño y tiempo,
cruza el gemido del niño,
la lengua rota del viejo.

(¡Ay, cómo canta el alba, cómo canta!
¡Qué espesura de anémonas levanta!)

Y si el sueño finge muros
en la llanura del tiempo,
el tiempo le hace creer
que nace en aquel momento.

(¡Ay, cómo canta la noche, cómo canta!
¡Qué témpanos de hielo azul levanta!)


SI MIS MANOS PUDIERAN DESHOJAR

Yo pronuncio tu nombre
En las noches oscuras
Cuando vienen los astros
A beber en la luna
Y duermen los ramajes
De las frondas ocultas.
Y yo me siento hueco
De pasión y de música.
Loco reloj que canta
Muertas horas antiguas.

Yo pronuncio tu nombre,
En esta noche oscura,
Y tu nombre me suena
Más lejano que nunca.
Más lejano que todas las estrellas
Y más doliente que la mansa lluvia.

¿Te querré como entonces
Alguna vez? ¿Qué culpa
Tiene mi corazón?
Si la niebla se esfuma
¿Qué otra pasión me espera?
¿Será tranquila y pura?
¡¡Si mis dedos pudieran
Deshojar a la luna!!



Federico García Lorca

Lo gritaré

/ 27 octubre 2025 /


Mientras me queden algunas pulgadas de tierra
mientras me quede un olivo
un naranjo
un pozo… un bosquecillo de cactus
mientras me queden recuerdos
una pequeña biblioteca
la foto de un antepasado… un muro
mientras queden en mi país palabras árabes
y cantos populares
mientras queden manuscritos de poemas
y los cuentos de Antar Al’Absi
«las guerras del Llamado en las comarcas de Roma
y Persia»
mientras me queden ojos
libros
manos
mientras me quede aliento
lo gritaré de frente al enemigo
lo gritaré, declaración de guerra
en nombre de los hombres libres
obreros, estudiantes, poetas
lo gritaré… y que los panzas flojas
y los enemigos del sol
se harten del pan de la vergüenza
mientras me quede aliento
y aliento me quedará
mi palabra será el pan y el arma
en manos de los guerrilleros.


Samih Al-Qasim

Noche triste de octubre

/ 22 octubre 2025 /


Definitivamente
parece confirmarse que este invierno
que viene, será duro.

Adelantaron
las lluvias, y el Gobierno,
reunido en consejo de ministros,
no se sabe si estudia a estas horas
el subsidio de paro
o el derecho al despido,
o si sencillamente, aislado en un océano,
se limita a esperar que la tormenta pase
y llegue el día, el día en que, por fin,
las cosas dejen de venir mal dadas.

En la noche de octubre,
mientras leo entre líneas el periódico,
me he parado a escuchar el latido
del silencio en mi cuarto, las conversaciones
de los vecinos acostándose,
todos esos rumores
que recobran de pronto una vida
y un significado propio, misterioso.

Y he pensado en los miles de seres humanos,
hombres y mujeres que en este mismo instante,
con el primer escalofrío,
han vuelto a preguntarse por sus preocupaciones,
por su fatiga anticipada,
por su ansiedad para este invierno,

mientras que afuera llueve.
Por todo el litoral de Cataluña llueve
con verdadera crueldad, con humo y nubes bajas,
ennegreciendo muros,
goteando fábricas, filtrándose
en los talleres mal iluminados.
Y el agua arrastra hacia la mar semillas
incipientes, mezcladas en el barro,
árboles, zapatos cojos, utensilios
abandonados y revuelto todo
con las primeras Letras protestadas.


Jaime Gil de Biedma

Gaza Nueva

/ 16 octubre 2025 /


No queda tiempo
así que no te quedes en el vientre materno
apúrate a llegar mi pequeño
no porque te estoy añorando
sino porque la guerra arrasa
y me temo que no verás tu patria
como hubiera querido la vieras.



Tu patria no es la tierra
ni mar que auguró nuestra vida y dejó de ser:
tu patria es tu gente.
Ven a conocerla
antes que las bombas mutilen
y me vea forzado a juntar los restos
para que sepas que los que ya no están
y los que no estarán
eran hermosos
e inocentes.
Que tenían niñas y niños como tú
que dejaron escapar
del gélido frío que en cada ataque
envuelve a los muertos,
niños ahora huérfanos aferrados
a un tenue salvavidas.



Si te demoras
puede que no me creas
y creas en una tierra
sin gente
y que nunca estuvimos presente.
Dos veces exiliados
y luego nos revelamos
por setenta y cinco años
contra nuestra desventura
una vez que nuestra suerte
lo hizo todo nefasto
y la esperanza se volvió oscura.



Sé que la carga es muy pesada,
demasiado para que la puedas soportar,
perdóname por dar a luz
como una gacela
temo a las hienas
que acechan en cada hoyo
listas para avalanzarse.
Apresúrate a llegar
y luego corre
tan lejos como puedas
para que no me quede
devastado por el remordimiento.



Anoche la desesperación me agotó,
y me obligué a guardar silencio
¿Por qué exponer a mi pequeño ser de brisa
a la despiadada Tempestad?
Pero hoy me veo obligado a regresar
con noticias de último momento:
Han bombardeado el hospital Bautista de Gaza
entre las 500 víctimas se encuentra un niño
al que le falta la mitad de la cabeza
pero mantiene los ojos abiertos:
A su lado su hermano gime
amargamente su luto:
¿Puedes verme, mi hermano? ¿Me estás viendo?
Pero el cuerpo inerte ya no mira,
de la misma manera que el mundo agitado,
que condena por un par de horas
y luego se apresura a dar vuelta la página,
relegandole a él y a su hermano al olvido,
tampoco puede verle.



¿Qué decirte ahora?
El desastre y la catástrofe son hermanos
ambos me atacan famélicos y rabiosos
hasta que me tiemblan los labios y de ellos caen
todos los posibles sinónimos
de cadáver.

En tiempo de guerra no confíes en ningún poeta,
porque son lentos como una tortuga
en su esfuerzo fútil de competir contra una masacre
que gana terreno como una liebre.
La tortuga se arrastra
y la liebre salta de un crímen a otro
y llega hasta la Iglesia Ortodoxa
que acaban de bombardear bajo la mirada de Dios
que venía de una mezquita hecha escombros.
Creíamos contar con la protección de Dios pero
¿dónde se haya el salvador
cuando nuestro Padre que crea arte desde el cielo
es el avión
en soledad y sin compañero
solo tripulado por el que viene a bombardearnos,
y su acierto es nuestra sumisión?
Mi niño, de ahora en más en la cruz
habrá lugar suficiente para todos los profetas,
como bien lo sabe Dios
pero tú y otros inocentes como tú
aún lo ignoran.


Marwan Makhoul

 

2 poemas de Juarroz

/ 12 octubre 2025 /



ASÍ COMO NO PODEMOS


Así como no podemos
sostener mucho tiempo una mirada,
tampoco podemos sostener mucho tiempo la alegría,
la espiral del amor,
la gratuidad del pensamiento,
la tierra en suspensión del cántico.

No podemos ni siquiera sostener mucho tiempo
las proporciones del silencio
cuando algo lo visita.
Y menos todavía
cuando nada lo visita.

El hombre no puede sostener mucho tiempo al hombre,
ni tampoco a lo que no es el hombre.

Y sin embargo puede
soportar el peso inexorable
de lo que no existe.

 

CADA UNO TIENE SU PEDAZO DE TIEMPO

Cada uno tiene
su pedazo de tiempo
y su pedazo de espacio,
su fragmento de vida
y su fragmento de muerte.

Pero a veces los pedazos se cambian
y alguien vive con la vida de otro
o alguien muere con la muerte de otro.

Casi nadie está hecho
tan sólo con lo propio.
Pero hay muchos que son
nada más que un error:
están hechos con los trozos
totalmente cambiados.


Roberto Juarroz

Después del gólgota

/ 04 octubre 2025 /

Viví con Cristo,
morí con Él y resucité.
Mi voz clamó en el desierto
como si fuera otra voz,
ardiendo con un fuego desconocido.
¿Por qué el fuego? ¿Para quién?
Dame sombra y agua fresca
y yo colgaré mis recuerdos en
la pared de una habitación abandonada.
La muchedumbre se ha dispersado y
los invitados se han marchado.
La voz clama en vano
como la voz de antes de la muerte y
el Gólgota.
 
En mis labios hay restos de miel
y de hiel.
 
¿He venido después de morir para
oír mi voz aferrándome
al vacío que abandoné?
Dame sombra. Y tú, mujer,
pon un trozo de hielo en tu agua.
El sol abrasa. La vida después de la muerte es
fatiga y mi voz ama el fuego.
¿Por quién? ¿Por quién
he cerrado los ojos, mientras en mis labios quedan
restos de miel y de hiel?


Yabra Ibrahim Yabra


Alturas de Macchu Picchu

/ 30 septiembre 2025 /


XII

Sube a nacer conmigo, hermano.
Dame la mano desde la profunda
zona de tu dolor diseminado.
No volverás del fondo de las rocas.
No volverás del tiempo subterráneo.
No volverá tu voz endurecida.
No volverán tus ojos taladrados.
Mírame desde el fondo de la tierra,
labrador, tejedor, pastor callado:
domador de guanacos tutelares:
albañil del andamio desafiado:
aguador de las lágrimas andinas:
joyero de los dedos machacados:
agricultor temblando en la semilla:
alfarero en tu greda derramado:
traed a la copa de esta nueva vida
vuestros viejos dolores enterrados.
Mostradme vuestra sangre y vuestro surco,
decidme: aquí fui castigado,
porque la joya no brilló o la tierra
no entregó a tiempo la piedra o el grano:
señaladme la piedra en que caísteis
y la madera en que os crucificaron,
encendedme los viejos pedernales,
las viejas lámparas, los látigos pegados
a través de los siglos en las llagas
y las hachas de brillo ensangrentado.
Yo vengo a hablar por vuestra boca muerta.
A través de la tierra juntad todos
los silenciosos labios derramados
y desde el fondo habladme toda esta larga noche,
como si yo estuviera con vosotros anclado,
contadme todo, cadena a cadena,
eslabón a eslabón, y paso a paso,
afilad los cuchillos que guardasteis,
ponedlos en mi pecho y en mi mano,
como un río de rayos amarillos,
como un río de tigres enterrados,
y dejadme llorar, horas, días, años,
edades ciegas, siglos estelares.

Dadme el silencio, el agua, la esperanza.
Dadme la lucha, el hierro, los volcanes.
Apegadme los cuerpos como imanes.
Acudid a mis venas y a mi boca.
Hablad por mis palabras y mi sangre.

Pablo Neruda



Nosotros amamos la vida

/ 25 septiembre 2025 /


Nosotros amamos la vida
Cuando hallamos un camino hacia ella,
Bailamos entre dos mártires
Y erigimos entre ellos un alminar
De violetas o una palmera.

Nosotros amamos la vida
Cuando hallamos un camino hacia ella.

Robamos un hilo al gusano de seda
Para construir nuestro cielo
Y concluir este éxodo.
Abrimos la puerta del jardín
Para que el jazmín salga a las calles
Una hermosa mañana.

Nosotros amamos la vida
Cuando hallamos un camino hacia ella.

Allá donde estemos,
Cultivamos plantas que crecen deprisa
Y enterramos allí a nuestros mártires.
Soplamos en la flauta el color de la lejanía,
Dibujamos un relincho en el polvo del camino
Y escribimos nuestros nombres
Piedra tras piedra.
¡Oh, relámpago!
Ilumina para nosotros la noche,
Ilumínala un poco.

Nosotros amamos la vida
Cuando hallamos un camino hacia ella.


Mahmud Darwish


Al silencio

/ 20 septiembre 2025 /


 
Oh voz, única voz: todo el hueco del mar,
todo el hueco del mar no bastaría,
todo el hueco del cielo,
toda la cavidad de la hermosura
no bastaría para contenerte,
y aunque el hombre callara y este mundo se hundiera
oh majestad, tú nunca,
tú nunca cesarías de estar en todas partes,
porque te sobra el tiempo y el ser, única voz,
porque estás y no estás, y casi eres mi Dios,
y casi eres mi padre cuando estoy más oscuro.

Gonzalo Rojas



Nosotros enseñamos vida, señor

/ 15 septiembre 2025 /

Hoy,
Mi cuerpo
Fue una masacre televisiva,
Que tuvo que adaptarse
A clips de sonido
Y limitación de palabras,
Lo suficientemente
Rellenadas con estadísticas,
Contadores, medidas, respuestas,
Para las que he tenido
que perfeccionar mi inglés
y he aprendido mis resoluciones
de las Naciones Unidas
pero aun así,
él me ha preguntado:

«Srta. Ziadah,
No piensa que todo se arreglaría
Si dejasen de enseñar tanto odio a sus niños?»
 
Pausa.

Busqué dentro de mí la fortaleza
Para ser paciente,
Pero la paciencia
No está en la punta de mi lengua
Mientras las bombas
Caen sobre Gaza,
La paciencia simplemente
Se ha escapado de mí.

Pausa.
Sonrie.


Nosotros enseñamos vida, señor.
Rafeef, recuerda sonreír.

Pausa.

Nosotros enseñamos vida, señor.
Nosotros, los palestinos,
Enseñamos vida
Después de que ellos
Hayan ocupado el último cielo.

Nosotros,
Enseñamos vida
Después de que ellos
Hayan construido sus asentamientos
Y sus muros del Apartheid,
Después del último cielo.

Nosotros enseñamos vida, señor.
Pero hoy,
Mi cuerpo
Fue una masacre televisiva
Fabricada para adaptarse
A clips de sonido
Y limitación de palabras.

Pero, danos tan sólo
Una historia
Una historia humana
Sabes,
Esto no es política
Nosotros tan sólo queremos
Hablarle a la gente sobre ti y tu gente
Así que, danos
Una historia humana
No menciones las palabras
Apartheid y ocupación
Esto no es política

Tienes que ayudarme,
Como periodista
A ayudarte a contar tu historia,
La cual no es una historia política.

Hoy,
Mi cuerpo
Fue una masacre televisiva
¿Qué hay si nos das la historia
De una mujer en Gaza
Que necesita medicación?
¿Qué hay acerca de ti?
¿Tienes «los huesos suficientemente rotos»
Para cubrir a su hijo,
Entregarme a tu muerto,
Y dame la lista de sus nombres
En un límite de 1200 palabras?

Hoy,
Mi cuerpo
Fue una masacre televisiva
Fabricada para adaptarse
A clips de sonido
Y limitación de palabras
Y movido por aquellos insensibles
A la sangre de terroristas.

Pero ellos lo sienten.
Lo sienten
por el asedio sobre Gaza.
Así que les di las resoluciones
De las Naciones Unidas,
Y las estadísticas,
Y lo condenamos,
Y lo lamentamos,
Y lo rechazamos.
Estos no son dos bandos iguales:
Ocupante y ocupado,
Y un centenar de muertos,
Dos centenares de muertos,
Y un millar de muertos
Y entre medio
De este crimen de guerra y masacre,
He construido palabras
Y una sonrisa no exótica,
Sonrisa no terrorista,
Y conté y reconté,
Un centenar de muertos,
Dos centenares de muertos,
Un millar de muertos,
¿Hay alguien ahí afuera?
¿Habrá alguien que escuche?

Desearía poder plañir
Sobre sus cuerpos,
Desearía simplemente
Poder correr allí,
a cada campo de refugiados
y sostener a cada niño,
taparles los oídos
para que no tuvieran que escuchar
el sonido de las bombas
por el resto de sus vidas,
como yo hago.

Hoy,
Mi cuerpo
Fue una masacre televisiva,
Y déjenme decir:
Que no hay nada
Que sus resoluciones
De las Naciones Unidas
Hayan hecho jamás
Sobre esto.
Y ningún clip de sonido,
Ningún clip de sonido
Que haga,
No importa cuán buen inglés tenga,
Ningún clip de sonido
Ningún clip de sonido
Ningún clip de sonido
Ningún clip de sonido
Les devolverá a la vida,
Ningún clip de sonido,
Arreglará esto.

Nosotros enseñamos vida, señor
Nosotros enseñamos vida, señor
Nosotros, los palestinos,
Nos levantamos cada mañana
Para enseñarle al resto del mundo
Vida, señor.


Rafeef Ziadah

La victoria

/ 11 septiembre 2025 /


 

Me pusieron contra la pared, manos arriba.
Me registraron meticulosamente.
 
Sólo hallaron retratos con tus ojos
y una antología con mis versos.
 
Noches sobre la piedra.
Días tras la alambrada
 
No saben -nos decían- qué les espera
Pero yo sabía.                                            
 
Tras días piedra meses muro
Tú me esperabas a la puerta del cuartel
 
¡y ésa fue mi victoria!


Floridor Perez

No nos iremos

/ 05 septiembre 2025 /



«Aquí
sobre vuestros pechos
persistimos,
como una muralla,
hambrientos,
desnudos,
provocadores,
declamando poemas.

Somos los guardianes de la sombra,
de los naranjos y de los olivos,
sembramos las ideas como la levadura en la masa…

cuando tengamos sed
exprimiremos piedras,
y comeremos tierra
cuando tengamos hambre,
PERO NO NOS IREMOS
aquí tenemos un pasado,
un presente,
aquí
está nuestro futuro»

Tawfiq Az-Zayyad

Ciudad 1973

/ 31 agosto 2025 /

No he de salir de esta ciudad.

Aquí resonarán mis pasos
como el péndulo de un reloj.

Tejer y destejer las manos y los brazos.
Sigo un horario fijo. Oigo mi propia voz.

Maldigo este destino
insignificante y atroz.


Alfonso Costafreda


Un instante

/ 24 agosto 2025 /


Mi deseo es silencio y calma
No me digas “era” o “será”
No me hables del ayer
Y no te vayas al mañana

Este instante es mío
No tiene ni antes, ni después
El tiempo limitado mío no tiene
Ningún sentido

El ayer se ha desvanecido
Con sus ecos y sus sombras
El mañana desconocido
Se extiende lejos y no se  revela
Tal vez fue lo que ha dibujado
La mano de mis sueños
Y tus sueños en él…

Tal vez fue sólo lo que esperamos
Este instante, nada más que él
Una flor que ha florecido
Entre nuestras manos
Sin frutas, ni raíces
Una flor maravillosa
Mantengámosla antes de que se marchite
Oh mi amor
Bendito sea nuestro instante


Fadwa Tuqan




Serán ceniza

/ 20 agosto 2025 /

Cruzo un desierto y su secreta
desolación sin nombre.
El corazón
Tiene la sequedad de la piedra
y los estallidos nocturnos
de su materia o de su nada.

Hay una luz remota, sin embargo,
y sé que no estoy solo;
aunque después de tanto y tanto no haya
ni un solo pensamiento
capaz contra la muerte,
no estoy solo.

Toco esta mano al fin que comparte mi vida
y en ella me confirmo
y tiento cuanto amo,
lo levanto hacia el cielo
y aunque sea ceniza lo proclamo; ceniza.
Aunque sea ceniza cuanto tengo hasta ahora,
cuanto se me ha tendido a modo de esperanza.


José Angel Valente


Yo, tú, él

/ 14 agosto 2025 /

En su vocabulario no había árboles
ni flores...
En su vocabulario no había pájaros.
Sólo sabía lo que le habían enseñado:
matar a los pájaros,
y mató a los pájaros,
odiar a la luna,
y odió a la luna,
tener un corazón de piedra,
y tuvo un corazón de piedra,
a gritar: "¡Viva lo que sea!"
"¡Abajo lo que sea!"
"¡Muera lo que sea!".

En su vocabulario no había árboles,
en su vocabulario no había
tú ni yo
porque él debía matarnos
a ti y a mí.
Sólo sabía lo que
le habían enseñado:
matarnos a ti y a mí.

Muin Basisu

Agosto

/ 11 agosto 2025 /

No culpéis a nadie del derrumbamiento del hombre.
La entrega estéril de la palabra, don
de los antros, cuando la noche, la helada, labra
un fuego venusiano, y el sol, un ser de nieblas,
desfallece. Este sorbo, sorbo de nada, encendidos
labios, piedra de púrpura, la semilla
más secreta del hombre, porque no se precisan armas
para vencer al hombre: ya los relámpagos son un signo de ello.
Escuetos, afilados
dicen el vil secreto, la cobardía,
el deseo bastardo, emblemas, yugos inmemoriales
de abyección. Cabelleras, vanas al viento, arrebatadas
por la corriente de la nieve núbil de un cuerpo,
fuego de hogueras
que adorna la claridad. ¿Eres inmortal tú, ahora,
irrisión de la carne, tú, que tal vez has satisfecho
a la servil pasión? Sí, mucho necesita el hombre
para abarcar la extensión de su deseo, y su
deseo es la nada. El escudo oscuro de la luna,
el escudo lívido del sol ¿qué astro oscultan?
¿Qué olas, qué ignición
de espacios lejanos? Por los roquedales
se tambalea esta claridad lúgubre,
rescate hostil de la carne escarnecida,
picos, remos de oro sometido, despojos
de un jirón. Si el gozo, funesto,
de una más lóbrega sima extrajera la luz y,
con los ojos cerrados,
la nostalgia, la carcelera ciega del sentido,
hiciese del pecho la saeta, el aciago solar! Porque el viento
no necesita sentir el peso del viento cuando, vivo, tiembla
en los gallardetes, los pasos del viento de primavera.
Así el hombre. No se dice su nombre: primavera.
Y lo es. ¿Quién dice el nombre? ¿Qué labios -¿son mortales?
dicen la noche?
¿Qué ojos
ven la noche? ¿Qué ojos son la noche?

Pere Gimferrer





AGOST

No feu culpable ningú de la desfera del l'home.
El lliurament estèril de la paraula, do
dels antres, quan la nit, la glaçada, conrea
un foc venusià, i el sol, ésser de boires
defalleix. Aquest glop, glop de no-res, encesos
més secreta de l'home, perquè no calen armes
per vèncer l'home: ja els llampecs en són un signe. Escardalens,
diuen el vil secret, la covardia,
el bord desig, emblemes, jous immemorials
d'abjecció. Crineres, vanes al vent, portades
pel corrent de la neu núbil d'un cos, cremadissa
que guarneix la claror. ¿Ets inmortal tu, ara,
riota de la carn, tu, que potser has guarit
la servil passió? Sí, li cal molt a l'home
per abastar l'amplària del seu desig, i el seu
desig és el no-res. L'escut fosc de la lluna,
l'escut lívid del sol, quin astre amaguen?
¿Quines ones, quina ignició
d'espays lluyans? Pels roquissars
trontolla aquesta claror lúgubre,
rescat hostil d'or sotmès, despulles
d'un esquinçall. Si la joia, funesta,
d'un mes llòbrec avenc poués la llum, i, ulls clucs,
l'enyor, l'escarceller cec del sentir,
fes del pit la sageta, el dissortat casal! Perquè, al vent,
no li cal sentir el pes del vent, quan, viu, tremola
als gallardets, els passos del vent de primavera.

Així l'home. No es diu el sue nom: primavera.
I ho és. Qui diu el nom? Quins llavis —són mortals?— diuen la nit? Quins ulls
veuen la nit? Quins ulls són la nit?



En el siglo veinte

/ 05 agosto 2025 /

Aprendí a no odiar
Durante siglos
Pero me obligaron
A blandir una flecha permanente
Delante del rostro de una pitón
A blandir una espada de fuego
Delante del rostro del Baal demente
A transformarme en el Elías
del siglo veinte

Aprendí
Durante siglos
A no proferir herejías
Hoy azoto a los dioses
Que estaban en mi corazón
Los dioses que vendieron a mi pueblo
En el siglo veinte

Aprendí
Durante siglos
A no cerrar la puerta delante de los huéspedes
Pero un día
Abrí los ojos
Y vi mis ovejas robadas
Ahorcada a la compañera de mi vida
Y en las espaldas de mi hijo
Surcos de heridas
Entonces reconocí la traición de mis huéspedes
Sembré mi umbral con minas y puñales
Y jure en nombre de las cicatrices
Que ningún huésped entraría por mi umbral
En el siglo veinte

Durante siglos
No fui más que poeta
Asiduo frecuentador de los círculos místicos
Pero me transforme
En un volcán en revuelta
¡En el siglo veinte!


Samih Al-Qasim


Palestina, 1950-1967

/ 31 julio 2025 /

El dolor habla la misma lengua en todas partes.
JULIO RODRÍGUEZ


Nuestro ojo se detiene en una tierra seca.
El sol golpea con violencia.
El plano de visión se va abriendo poco a poco. Una madre llora en la arena.
La muerte de un hijo. Se sigue abriendo el plano. Nuestra pupila enfoca desde el aire. Se detiene.
Un campamento. Refugiados. Tierra devastada. Ocupación.
Es Palestina. Es 16 de Diciembre. Es 1950. Allí nace un niño. Ese niño es mi padre.
Nacer en Palestina significa
tener la mirada llena de alambradas, no poseer más tierra que la de tus zapatos.
La ocupación convirtió la infancia de mi padre
en una palabra tachada,
en un brusco trayecto hacia la adolescencia.
Corría su niñez en pantalón corto
perseguida por la imagen borrosa de los amigos perdidos,
de otros niños arrancados de la vida a cañonazos.

Dice que su infancia fue feliz, con sus dos bolsillos llenos
de palomas muertas hasta los bordes.
Allí vio a la fatalidad, como un habitante más,
cruzando por la calle,
cruzando la alambrada,
cruzando hasta su vida,
la desesperanza empotrada en las costillas.

Dice que su infancia fue feliz.
Nunca quise preguntar mucho por su adolescencia.
Porque sé que fue un adolescente abrochado a un fúsil
un imberbe bajo el plomo.
No tuvo que ser fácil resolver esa ecuación:
guerra, ocupación y adolescencia.

Los primeros años de su vida se fueron por el desagüe de la historia, 
pisoteados por la bota militar del siglo XX.

La guerra lo convirtió
en huérfano de su propia niñez,
en viudo de su los mejores años de su juventud,
en el hijo ilegítimo de la derrota.
Aprendió a correr en 1967.
Transcurría la Guerra de los Seis Días en Palestina.
El desastre lo empapaba todo con sus manos. La muerte se bajó en su parada,
iba a por él y sus amigos,
a recogerlos en la valla del colegio. Tres jóvenes conforman la escena,
tres jóvenes reclusos.
Dieciséis años, dieciséis ventanas a la catástrofe. 
Palestina significa catástrofe. 
Ellos lo saben, nacieron en la tierra equivocada. 
Para otros tener dieciséis
pasaba por invitar a chicas hermosas a apurar la vida,
pero Palestina significa desconsuelo,
significa humillación.

Palestina es una vista panorámica del desasosiego,
el nombre en árabe de la desesperación.
Palestina es ningún lugar,
una tierra inexistente en los registros,
kilómetros cuadrados de amargura.

Como decía: dieciséis años, tres niños asustados, varios tanques a su encuentro. 
Allí vio mi padre a la amistad
colgar desangrada de esa valla
que uno de ellos no pudo superar.

Corrió. El corrió.
Corrió hacia las montañas, corrió como quien busca otra vida, 
algún despiste del destino que le permitiera contarlo.
Debió equivocarse la guadaña
porque quien escribe esto es su hijo.
Este poema es la deuda que tenía con él, con sus pies que nacieron descalzos y sin tierra,
con sus pies doloridos que no pudieron pisar nunca
un metro cuadrado de tranquilidad,
mi deuda con sus pies que corrieron bajo el fuego enemigo, mi deuda con sus piernas que temblaron bajo el fuego enemigo,
mi deuda con sus manos atadas por el odio enemigo.

Gracias padre, por correr para que yo estuviera aquí.
Seguramente en Palestina haya una bala fallada
con mi nombre escrito en el acero.

Yo sé que ha pasado el tiempo,
pero no se puede mirar a los ojos a la muerte y regresar intacto. Nadie puede.

Palestina significa ocupación, injusticia, derrumbe. 
En esto consistió la vida de mi padre allí.

Episodios como estos hacen
que uno nunca llegue a ser del todo adulto
y nunca pueda ser del todo un niño.
La infancia se va. El agujero permanece.
No conozco a ningún palestino
al que no le duela un país entero dentro.

Huir, plantar tus doloridas raíces en otra tierra
—como si eso fuera posible—
era la única puerta a la esperanza,
una vida sin señales de retorno. Es difícil vivir cuando siempre se está
a 15 minutos del estruendo,
tan al borde de otra nueva humillación.

Y de luto las palabras, de luto los hermanos,
de luto las escuelas y el refugio, de luto bicicletas,
de luto el aire la risa los olivos los pañuelos de luto.

Y luego el silencio.
A la historia de Palestina la acompaña el silencio.
Mi padre es un hijo del desastre
e hijo del silencio.
Todos los palestinos que abandonaron
un día sus casas para no volver,
aquellos que buscaron esquivar el daño en otra tierra,
son hijos del silencio.
Son los escritores de novelas sin páginas
que cuentan esas historias
en las que la obligación de emigrar
convierte a los hombres en familia de la nada,
con sus padres lejos, sus hermanos lejos,
con su patria ausente
y sus sueños desbaratados en alguna parte.

Debería acabar ya este poema.
Darle al botón de apagado del renglón.
Necesito un final.
Os contaré algo: lo que me produce saber que mi padre tuvo que soportar la brutalidad del hombre
siendo niño. Pienso en él con 5 años, temblando, en tierra hostil
con su cuerpo diminuto,
con su pequeña alma de refugiado y solo quisiera acudir en su busca
cogerlo en brazos, salvarlo de aquello,
cogerlo y acariciarlo,
poder acunar al niño que fue mi padre y protegerlo,
llevarle de la mano a algún parque
a comer helado, jugar con él, sentir su risa,
hacerle cosquillas, hacer lo que sea
para abrir las puertas que se le cerraron dentro
y que olvide todo lo que tuvo que pasar siendo tan frágil.

Y al abrazarlo, ser el hombre
que salva a todos los niños indefensos,
a todos los que pagan en su niñez
la brutalidad del mundo adulto,
ser el guardián entre el centeno,
salvar a quien se asome el precipicio.

Eso me gustaría.

Desde que tengo consciencia de esto,
jamás he dejado de preguntarme
—y ahora te hablo a ti, Padre—,
cómo lo lograste,
cómo lo hiciste para,
después de todo,
no traer nada de eso a nuestras vidas,

cómo pudiste con aquello,
cómo diablos lograste
después de todo,
seguir teniendo tanta luz en la mirada.


Marwan

Si debo morir

/ 24 julio 2025 /

Si debo morir,
​debes vivir
para contar mi historia​
​vender mis cosas
​comprar un trozo de tela
​y algunas cuerdas,
​(hazlo blanco con una cola larga)
​para que un niño, en algún lugar de Gaza,
​mientras mira el cielo a los ojos
​esperando a su padre que se fue en llamas
​y no se despidió de nadie,
​ni siquiera para sí mismo,
​vea la cometa, mi cometa que hiciste, volando arriba
​y piense por un momento que hay un ángel allí
​trayendo de vuelta el amor.
​Si debo morir
​deja que traiga esperanza
​deja que sea un cuento.


Refaat Alareer


Borsalino

/ 18 julio 2025 /

Nada tengo que ver yo con ese mundo.
Apenas conozco la metralla de la Royal
Y la del viento atascado de hojas de eucalipto
En el paseo principal del pueblo.

Me levanto con dolor de cabeza
Frente al espejo elijo un nuevo rostro.
El rostro de alguien que se pasea por Marsella
Con un borsalino y una pistola nueva.

El final es siempre conocido:
Me despido del que fui frente a un espejo.
Elijo la camisa que menos me reprocha
Y salgo silbando sin prisa "Borsalino".


Jorge Teillier

 

Carta desde el mercado de los cesantes

/ 12 julio 2025 /

Perderé, tal vez, el salario
como tu lo deseas;
me veré obligado a vender el vestido y el colchón;
Seré, tal vez, el portador de piedras; 
el portero, el mendigo en la calle
o el trabajador en una fábrica;
Tal vez también estaré obligado a buscar en el lodo
para encontrar un grano que comer;
O quizá moriré desnudo y hambriento.
Pero no me resignaré jamás a ti,
¡Enemigo del sol!
Resistiré hasta la última gota
de sangre en mis venas.

Me podrás robar hasta el último palmo de tierra
tal vez mi juventud alimente tus cárceles
tal vez robes el legado de mi abuelo:
los muebles, los utensilios para el hogar
y los recipientes.

Tal vez quemes mis versos y mis labios.
Tal vez mi carne arrojes a los perros.
Tal vez en nuestra aldea permanezcas
como una espantosa pesadilla.
¡Enemigo del sol!
Sin embargo, no me resignaré jamás a ti
y, hasta la última gota
de sangre en mis venas
¡Resistiré!

Podrás apagarme las luces que me iluminan en la noche
Y privarme de un beso de mi madre:
Tus jóvenes serían capaces de insultar
a mi pueblo y a mi padre;
Cualquier  cobarde de ustedes sería capaz de
falsificar también mi historia
Tu mismo podrías privar a mis hijos
de un vestido de fiesta.

Serían capaces de engañar
con falso rostro
a mis amigos,
Tal vez alces, rodeándome
muros, muros, y muros.
Y tal vez contra viles visiones crucifiques mis días.
¡Enemigo del sol!
Sin embargo, no me resignaré jamás a ti
Y, hasta la última gota de sangre en mis venas
¡Resistiré!
¡Enemigo del sol!

En el puerto veo los ornamentos
los signos de gloria;
siento las voces alegres
y los aplausos entusiastas
que encienden de alegría la garganta;
en el horizonte veo una vela
que desafía el viento y las olas
sorteando con confianza los peligros!
Este es el regreso de Ulises
del mar tenebroso.
Este es el regreso del sol
Y del hombre expatriado

Y juro, por los ojos de él y de la amada tierra,
no resignarme jamás a ti
Y hasta la última gota de sangre en mis venas,
Resistiré,
¡Enemigo del sol!
¡Resistiré!

Samih al-Qasim

En tiempos de ignominia

/ 06 julio 2025 /

En tiempos de ignominia como ahora
a escala planetaria, y cuando la crueldad
se extiende por doquiera fría y robotizada,
aún queda gente buena en este mundo
que escucha una canción o lee un poema:
ellos saben muy bien que la Patria de todos
es el canto, la voz y la palabra: única patria
que no pueden robarnos ni aún poniéndonos
de espaldas contra un muro,
o deshaciéndonos en mil pedazos.

Por eso digo una vez más:
que nadie piense o grite,
"No puedo más y aquí me quedo". Mejor mirarles
a la cara y decir alto: "Tirad hijos de perra,
somos millones y el planeta no es vuestro."

José Agustín Goytisolo

 

Nadie puede ver

/ 01 julio 2025 /


Hace un año que no escucho una canción en la calle,
casi nadie baila en una boda,
el autobús escolar ni entra ni sale
y nadie compra una rosa para nadie.

Desde hace un año repartimos la asquerosa torta de la guerra,
sin olvidarnos de un niño, de un jardín, de un libro, de un deseo.
Durante el día entrenamos nuestros ojos para que naden en sangre, 
para que no se mojen,y cometan un error 
al contar nuestros miembros perdidos,
lo practicamos por la noche para iluminar el dolor,
y encender un fuego en la leña que espera.

Hace un año que no pasa nada.
y nada dejó de pasar.
Ven y abre tus ojos hasta el fin, oh muerte:
somos la eterna víctima imposible,llora en silencio, sí, y grita hasta rasgar las vestiduras del cielo.

Somos la herida que se abrió en el minarete,
cuya sangre dejó en el camino al Gólgota,
que a diferencia de todas las víctimas, 
no ve al asesino de sus hijos.

No lo ves en las lágrimas,
no lo ves en el poema,
no lo ves:
no lo ves:
Nadie puede ver la peste.


Nasser Rabah
(Versión al español: David Wapner)

Buganvillas reparaciones y humo

/ 16 junio 2025 /

Cuando salió empujándola
pulcro sin una arruga en su traje de ignominia
seguí sin entender cómo podía
ella aguantarlo: será porque le gusta
que la humillen.

En la iglesia
más allá del jardín se iluminaron
los tímidos vitrales de la misa de seis
de las Reparadoras.
Y aquí
reparan fuerza esos cretinos. ¡Oh Dios
la vida sigue! Y la muchacha no era para ti.

Pero detrás de los altavoces
detrás de los parterres y los árboles y detrás
de la noche oscura: ¿qué hay detrás
de la noche oscura?

Ella no abrió los labios
te miró como con un temor insinuado o difuso.
Alguien pregunta: ¿Es usted
el propietario del coche que está mal aparcado?

Parecía que afuera quemaran rastrojo.
Los vitrales ahora llameaban:
eran reparaciones.
Qué decía usted?
Nada; no dije nada. Pensaba
en la noche que va quedando atrás.
Los guardias del palacio
jugaban a los dados mientras el rey de reyes
caminó silencioso hasta el bar
y llenaba de nuevo su copa.
Ahora bailabas
y puedes contemplarte: los otros son tu espejo.

Camarero: ¿qué hay detrás
de la bebida y de los canapés
que hay detrás de los restos del pavo de la cena?

Cesan los altavoces de la fiesta
y la música de órgano repara
las brechas de este absurdo.
¿Cómo aguantar aquí
en este jardín?

Yo tenía una casa con jardín
con geranios con un castaño de Indias
un limonero y muchas buganvillas
que envolvían mi primer coche mi primer juguete.
No quiero beber más ni vivir más:
reparaciones pido.
Quiero que ella
vuelva a decirme: «No te vayas no»
y saltarían los cerrojos y los sellos.

Amanece con frío y niebla sucia y nada
va a pasar. El parque lleno de vasos tristes
va quedando desierto.

Yo no quise
quitarle nada a nadie. Tan sólo me asomé
a un cristal de agua fresca al hondo pozo
del amor prohibido.

Vuelve el olor
de paja seca ardiendo.
Los músicos se van
y el órgano se adueña del alba en bancarrota.
No puedo acompañarla señorita
no me siento muy bien debo irme a casa.

Quiero ver el castaño el limonero
¿Quién es el rey de reyes?
¿Qué hago yo en un jardín sin buganvillas?
¿Dónde dejé mi coche? Buganvillas
reparaciones y humo. Centinela
¿qué hay detrás de la noche oscura?



José Agustín Goytisolo

 

Lo que me dijo un loco

/ 29 mayo 2025 /

Me contaste que tu padre era un pequeño mar.

Que los ángeles son unos estupidillos
pero por las noches hacen mucho daño con sus uñas de cola de cometa.

Me contaste que en tu casa la lluvia naufraga
y tus hermanas castran furiosas los almendros.
Me contaste que los sedientos son la gran esperanza.

Que silbar en los parques es confesarse impotente
de recuperar el vino de las palabras que uno dice de niño.

Me contaste que la mujer gorda te era desconocida
y que por eso odiabas los gestos de su espalda.

Me contaste que era mejor no salir a la calle
porque a cierta edad es obtuso hacer víctimas.

Me contaste que hay algo que se llama luz
imposible de explicar con las manos.

Me contaste que los árboles no son los principales enemigos
y que no debería creer nada de lo que hablan
desde el otro lado de las rejas.


Roque Dalton

Idolos

/ 11 mayo 2025 /

Entonces, cuando yacíamos
abrazados frente a la ventana
abierta al desmonte de olivos (dos
semillas desnudas dentro de un fruto que el verano
ha abierto violento, y que se llena
de aire) no teníamos recuerdos. Éramos
el recuerdo que tenemos ahora. Éramos
esta imagen. Ídolos de nosotros
para la fe sumisa de después.


(Traducción de José Agustín Goytisolo)


ÍDOLS

Aleshores, quan jèiem
abraçats davant la finestra
oberta al pendís d'oliveres (dues
llavors nues dins d'un fruit que l'estiu
ha badat violent, i que s'omple
d'aire) no teníem records. Érem
el record que tenim ara. Érem
aquesta imatge. Els ídols de nosaltres,
per la submisa fe de després.


 

Gabriel Ferrater


La forma del mundo

/ 01 mayo 2025 /

Si tiene el mundo la forma del lenguaje
y el lenguaje la forma de la mente,
la mente con sus plenos y vacíos
no es nada o casi y no puede salvarnos.

Así habló Papirio. Ya era noche
y llovía. Pongámonos a salvo,
dijo, y avivó el paso no advirtiendo
que era suyo el lenguaje del delirio.


Eugenio Montale

¡Adiós!

/ 21 abril 2025 /

Las cosas que mueren jamás resucitan,
las cosas que mueren no tornan jamás.
¡Se quiebran los vasos y el vidrio que queda
es polvo por siempre y por siempre será!

Cuando los capullos caen de la rama
dos veces seguidas no florecerán…
¡Las flores tronchadas por el viento impío
se agotan por siempre, por siempre jamás!

¡Los días que fueron, los días perdidos,
los días inertes ya no volverán!
¡Qué tristes las horas que se desgranaron
bajo el aletazo de la soledad!

¡Qué tristes las sombras, las sombras nefastas,
las sombras creadas por nuestra maldad!
¡Oh, las cosas idas, las cosas marchitas,
las cosas celestes que así se nos van!

¡Corazón… silencia!… ¡Cúbrete de llagas!…
-de llagas infectas- ¡cúbrete de mal!…
¡Que todo el que llegue se muera al tocarte,
corazón maldito que inquietas mi afán!

¡Adiós para siempre mis dulzuras todas!
¡Adiós mi alegría llena de bondad!
¡Oh, las cosas muertas, las cosas marchitas,
las cosas celestes que no vuelven más!…


Alfonsina Storni

Piensa en los otros

/ 06 abril 2025 /


 
Tú que te haces el desayuno, piensa en los otros
(no olvides alimentar a las palomas).

Tú que te enzarzas en tus batallas, piensa en los otros
(no olvides a los que piden paz).

Tú que pagas la factura del agua, piensa en los otros
(los que maman de las nubes).

Tú que vuelves a casa, a tu casa, piensa en los otros
(no olvides al pueblo de los campamentos).

Tú que te duermes contando estrellas, piensa en los otros
(hay quien no halla dónde dormir).

Tú que te liberas con las metáforas, piensa en los otros
(los que han perdido el derecho a la palabra).

Tú que piensas en los otros lejanos, piensa en ti
(di: Ojalá fuese vela en la oscuridad).


Mahmoud Darwish

 

Carta a mi hermano

/ 29 marzo 2025 /


Querido Juan: te escribo
para contarte algunas cosas.
Ayer por la mañana
yo no sabía si salir o qué
y sentado en mi silla
ante el café con leche
que se me queda frío
casi todos los días
pensaba que es difícil
-para mí por lo menos-
poner cara de hombre
normal y sonreír
a la gente que veo
que me saluda: al viejo
portero de la casa
y en la calle a quien corre
y atraviesa la acera
detrás de algún asunto
-dinero casi siempre-
esos hombres extraños
culpables, como yo
y también extenuados
o enfermos o perdidos
mas que viven y aguantan
esta vida cochina
y hermosa algunas veces.
Si mi mujer me mira
yo no sé qué decirle:
habla de cosas simples
-de otro año o de un piso
mayor o de la escuela
de Julia-. Ay Julia
yo no quise; tú entiendes
y resulta que crece
cada día y sonríe
me mira y me da besos
me pide una peseta:
me ve como un pirata
honrado y cariñoso
y ríe con la risa
de los que aman la vida
-como a veces yo río
cuando no pienso así-.
Estoy cansado hermano;
me siento como un viejo
inútil que ya hizo
todo el mal que podía
y está de sobra aquí.
Si creyese yo en algo
que todo lo arreglara
para mí -y que no existe-
no odiaría mi vida
ni quisiera morir.
Juan: sé que tú comprendes
lo que me ocurre: sé
que leerás la carta
y pensarás en mí
y en Luis que está mejor
después de todo el lío;
y en todo lo que pesa
como un montón de escombros
en mi memoria. En fin:
se termina el papel.
Perdona mis palabras
pero quise explicarte
lo que me está pasando
para sentirme cerca
de ti y de tu ternura
para olvidar un poco
esta sórdida vida
que me cuesta aguantar.
Adiós: escribe pronto
y besos a Monique.


José Agustín Goytisolo

 

Dos poemas de Paul Celan

/ 23 marzo 2025 /

NO TE ESCRIBAS

No te escribas
entre los mundos,

mantente contra
la pluralidad de las significaciones,

confía en la huella de las lágrimas
y aprende a vivir.



Schreib dich nicht

Schreib dich nicht
zwischen die Welten,

komm auf gegen
der Bedeutungen Vielfalt

vertrau der Tränenspur
und lerne leben.



CRISTAL

No busques en mis labios tu boca,
ni en la puerta al extraño,
ni en el ojo la lágrima.

Siete noches más arriba pasa el rojo al rojo,
siete corazones más profundos toca la mano en la puerta,
siete rosas más tarde murmura la fuente.


Kristall

Nicht an meinen Lippen suche deinen Mund,
nicht vorm Tor den Fremdling,
nicht im Aug die Träne.

Sieben Nächte höher wandert Rot zu Rot,
sieben Herzen tiefer pocht die Hand ans Tor,
sieben Rosen später rauscht der Brunnen.


Paul Celan



Comienza un lunes

/ 17 marzo 2025 /

La eternidad por fin comienza un lunes
y el día siguiente apenas tiene nombre
y el otro es el oscuro, al abolido.
Y en él se apagan todos los murmullos
y aquel rostro que amábamos se esfuma
y en vano es ya la espera, nadie viene.
La eternidad ignora las costumbres,
le da lo mismo rojo que azul tierno,
se inclina al gris, al humo, a la ceniza.
Nombre y fecha tú grabas en un mármol,
los roza displicente con el hombro,
ni un montoncillo de amargura deja.
Y sin embargo, ves, me aferro al lunes
y al día siguiente doy el nombre tuyo
y con la punta del cigarro escribo
en plena oscuridad: aquí he vivido.

Eliseo Diego

Epitafio

/ 08 marzo 2025 /

Apareció un día de tantos se supone
Al principio solía beber vino a tragos lentos
en el último bar de aquella playa oscura
pronunciando los nombres de los mariscos
de una manera que llamaba a risa
y cantando confusas baladas
que ninguno de los pobres
borrachos entendía.

Después se fue quedando aquí simplemente
sudoroso y rojísimo bajo el sol obstinado
casó con una puta oscura -santa mujer de lástima-
inaugurando una larga vecindad de silencio.

Phillips O'Mannion, los ojos y el recuerdo
llenos de su Irlanda natal
murió ayer en la calle
las manos crispadas junto al pecho
sin pronunciar una palabra
sin alarmar a nadie
como quien paga por la vida poco precio.

Al estarle enterrando se rompieron las cuerdas
y el féretro cayó de golpe saltándose la tosca tapa de pino.
Su compañera -los labios despintados-
le echó el primer puñado de tierra
directamente en el rostro.

Mauricio Redoles



El cambio de rueda

/ 03 marzo 2025 /

Estoy sentado al borde de la carretera,
el conductor cambia la rueda
No me gusta el lugar de donde vengo.
No me gusta el lugar adonde voy
¿Por qué miro el cambio de rueda
con impaciencia?


Bertolt Brecht

 

Como tu

/ 24 febrero 2025 /

Yo, como tú,
amo el amor, la vida, el dulce encanto
de las cosas, el paisaje
celeste de los días de enero.

También mi sangre bulle
y río por los ojos
que han conocido el brote de las lágrimas.

Creo que el mundo es bello,
que la poesía es como el pan, de todos.

Y que mis venas no terminan en mí
sino en la sangre unánime
de los que luchan por la vida,
el amor,
las cosas,
el paisaje y el pan,
la poesía de todos.

Roque Dalton

 

Insomnio

/ 11 febrero 2025 /

Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres
(según las últimas estadísticas).
A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo
en este nicho en el que hace 45 años que me pudro,
y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros,
o fluir blandamente la luz de la luna.
Y paso largas horas gimiendo como el huracán,
ladrando como un perro enfurecido,
fluyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.
Y paso largas horas preguntándole a Dios,
preguntándole por qué se pudre lentamente mi alma,
por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad
de Madrid,
por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo.
Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?
¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día,
las tristes azucenas letales de tus noches?

 

Dámaso Alonso


Sobre esta tierra

/ 03 febrero 2025 /


Sobre esta tierra hay algo que merece vivir:
la indecisión de abril,
el olor del pan al alba,
las opiniones de una mujer sobre los hombres,
los escritos de Esquilo,
el primer amor,
la hierba que crece sobre las piedras,
las madres erguidas sobre un hilo de flauta
y el miedo que los recuerdos inspiran a los invasores.

Sobre esta tierra hay algo que merece vivir:
el fin de septiembre,
Una señora dejando los 40 con todas sus primaveras,
la hora del sol en la cárcel,
una nube que imita un grupo de seres,
los clamores de un pueblo que asciende a la muerte sonriendo
y el miedo que las canciones inspiran a los tiranos.

Sobre esta tierra hay algo que merece vivir:
sobre esta tierra está la señora de la tierra,
la madre de los comienzos,
la madre de los finales.
Se llamaba Palestina.
Se sigue llamando Palestina.
Señora: yo merezco, porque tú eres mi dama,
yo merezco vivir.

Mahmoud Darwish

 

Cuando yo vine a este mundo

/ 27 enero 2025 /


Cuando yo vine a este mundo,
nadie me estaba esperando;
así mi dolor profundo
se me alivia caminando,
pues cuando vine a este mundo,
te digo,
nadie me estaba esperando.

Miro a los hombres nacer,
miro a los hombres pasar;
hay que andar,
hay que mirar para ver,
hay que andar.

Otros lloran, yo me río,
porque la risa es salud:
lanza de mi poderío,
coraza de mi virtud.
Otros lloran, yo me río,
porque la risa es salud.

Camino sobre mis pies,
sin muletas ni bastón,
y mi voz entera es
la voz entera del sol.
Camino sobre mis pies,
sin muletas ni bastón.

Con el alma en carne viva,
abajo, sueño y trabajo;
ya estará el de abajo arriba,
cuando el de arriba esté abajo.
Con el alma en carne viva,
abajo, sueño y trabajo.

Hay gentes que no me quieren,
porque muy humilde soy;
ya verán cómo se mueren,
y que hasta a su entierro voy,
con eso y que no me quieren
porque muy humilde soy.

Miro a los hombres nacer,
miro a los hombres pasar;
hay que andar,
hay que vivir para ver,
hay que andar.

Cuando yo vine a este mundo,
te digo,
nadie me estaba esperando;
así mi dolor profundo,
te digo,
se me alivia caminando,
te digo,
pues cuando vine a este mundo,
te digo,
¡nadie me estaba esperando!


 Nicolás Guillén

Mitad de la vida

/ 19 enero 2025 /

Con peras amarillas pende
y llena de rosas salvajes
la tierra sobre el lago,
y ustedes, dulces cisnes,
embriagados de besos
hunden la cabeza
en agua sobria y santa.

¡Ay de mí! ¿Dónde recogeré, cuando
sea invierno, las flores, y dónde
los rayos del sol
y las sombras de la tierra?
Los muros se levantan
callados y fríos, en el viento
vibran veletas.


 

HÄLFTE DES LEBENS

Mit gelben Birnen hänget  
Und voll mit wilden Rosen  
Das Land in den See,  
Ihr holden Schwäne,  
Und trunken von Küssen  
Tunkt ihr das Haupt  
Ins heilignüchterne Wasser.

Weh mir, wo nehm’ ich, wenn  
Es Winter ist, die Blumen, und wo  
Den Sonnenschein,  
Und Schatten der Erde?  
Die Mauern stehn  
Sprachlos und kalt, im Winde  
Klirren die Fahnen.


Friedrich Hölderlin




No volveré a ser joven

/ 11 enero 2025 /



Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan solo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.


Jaime Gil de Biedma

 


 

 

Dos Panteras

/ 02 enero 2025 /


LA PANTERA

Tras los fuertes barrotes la pantera
Repetirá el monótono camino
Que es (pero no lo sabe) su destino
De negra joya, aciaga y prisionera.

Son miles las que pasan y son miles
Las que vuelven, pero es una y eterna
La pantera fatal que en su caverna
Traza la recta que un eterno Aquiles

Traza en el sueño que ha soñado el griego.
No sabe que hay praderas y montañas
De ciervos cuyas trémulas entrañas

Deleitarían su apetito ciego.
En vano es vario el orbe. La jornada
Que cumple cada cual ya fue fijada.

Jorge Luis Borges

 

LA PANTERA
    (En Le Jardín des Plaintes. Paris)

Su mirada, cansada de ver pasar
las rejas, ya no retiene nada más.
Cree que el mundo está hecho
de miles de rejas y, más allá, la nada.

Con su caminar blando, pasos flexibles y fuertes,
gira en redondo en un círculo estrecho;
al igual que una danza de fuerzas en torno a un centro
en el que, alerta, reside una voluntad imponente.

Algunas veces, se alza el telón de sus párpados,
mudo. Una imagen viaja hacia dentro,
recorre la calma en tensión de sus miembros
y, cuando cae en su corazón, se funde y desvanece.



Der Panther
    (Im Jardin des Plantes, Paris)

Sein Blick ist vom Vorübergehn der Stäbe
so müd geworden, dass er nichts mehr hält.
Ihm ist, als ob es tausend Stäbe gäbe
und hinter tausend Stäben keine Welt.

Der weiche Gang geschmeidig starker Schritte,
der sich im allerkleinsten Kreise dreht,
ist wie ein Tanz von Kraft um eine Mitte,
in der betäubt ein großer Wille steht.

Nur manchmal schiebt der Vorhang der Pupille
sich lautlos auf -. Dann geht ein Bild hinein,
geht durch der Glieder angespannte Stille –
und hört im Herzen auf zu sein.


Rainer Maria Rilke


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