Nada tengo que ver yo con ese mundo.
Apenas conozco la metralla de la Royal
Y la del viento atascado de hojas de eucalipto
En el paseo principal del pueblo.
Me levanto con dolor de cabeza
Frente al espejo elijo un nuevo rostro.
El rostro de alguien que se pasea por Marsella
Con un borsalino y una pistola nueva.
El final es siempre conocido:
Me despido del que fui frente a un espejo.
Elijo la camisa que menos me reprocha
Y salgo silbando sin prisa "Borsalino".
Jorge Teillier


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